sábado, 14 de mayo de 2016

Solo para Mi





Tendré que reconocerlo, 
de que me vale esconderlo sé que ya lo presientes, 
que te has vuelto mi debilidad, mi corazón se hace frágil cuando pienso en ti, 
eres mi capricho, te quiero poseer de manera egoísta solo para mí, 
siento celos del aire que rosa tu cuerpo del agua que se desliza por tu piel, 
siento envidia de los ojos que te ven, 
me entrego al vicio de tu boca, y renuncio a perderte, 
no sé cómo olvidarte, no sé cómo sacarte de mi mente sin sentir esto que me cansa y me mata, pienso que me es más fácil vivir si el agua que sin tu calor intermitente, no puedo imaginarme estar sin tus ocurrencias, sin ese, tu olor, 
entendiendo hoy lo que debo hacer marcharme no mirar asía atrás pero quiero ir adelante pero contigo.

Sin tu recuerdo




Me despierto en la madrugada, 
tu recuerdo está marcado en mi mente como cicatriz de quemadura en la piel, 
por más que trato y trato de olvidarte no puedo y cómo hacerlo, 
si recuerdo la mirada de tus ojos tiernos que me enamoran, 
si recuerdo el olor dulce de tu piel, 
si recuerdo la sensación que me haces sentir cuando rosas tus labios con los míos, 
si recuerdo mis dedos recorriendo el camino de tu cuello a tus caderas, 
si recuerdo el dulce y suave tono de tu voz, 
imposible que el sueño vuelva a mí, 
solo la soledad me hace compañía y busco refugio en una almohada fría, 
se acrecienta mi dolor, 
donde estará, necesito devolverte todos estos recuerdos que me desvelan por la noche, 
quiero verte y entregarte mi corazón a mí ya no me sirve, solo palpita por ti, 
quiero volver a dormir en paz sin tu recuerdo.

El peso de quererte





Me encuentro atrapado, 
preso entre él va y ven de tus caderas, 
a la merced  de tus caprichos, me toca estar y no estar según lo que tú quieras, 
prisionero de tus labios, 
tu olor es el señuelo y  el sabor de tus besos el veneno, 
caigo rendido, no puedo resistirme, 
lo peor está por  venir, yo extrañándote cada noche,  
dime como lo hiciste, 
como logras que ande como mendigo  detrás de una mirada tuya y no la encuentro, 
entro en desespero y no sé si sabe la desdicha que llena mi corazón cada vez que me apartas de ti, quizás sin saber lo haces, 
trato de consolarme creyendo, lo que se cree cuando se está enamorado, 
en mi alma solo hay un cuarto con luz esperando que tu toques la puerta y todo se ilumine, 
sé que no llegaras, porque mientras yo te recuerdo a cada instante, 
tú haces lo posible por olvidarme, 
no quiero oír más tu nombre me cansa el tormenta que me causa, 
que nadie me la recuerde por favor, 
cada vez que deseo algo intensamente el destino se hace cómplice para que se aparte de mí y siga errante en mi sufrimiento y me pregunto te podre olvidar, 
clavar una daga a este necio corazón seria lo propio, para acabar con este sufrimiento y lo más triste viene me acuesto con la esperanza sublime de mañana tropezarme con tus ojos y volver a caer en la trampa.