La brisa de la tarde daba con tu rostro, y ondeaba tu
cabello,
tus ojos me miraban, yo sentía el tiempo en calma y con el ritmo
de tus pasos me seducías,
pensamientos de pasión se posaban en mi mente cada
vez que miraba tu cara,
una experiencia de interminables deseo tu cuerpo
era,
bajo el cielo caminaba con ganas de tocarte,
estrechar tu cintura en
un abrazo y robarte un beso, todo esto
fue como un sueño que paso cuando no dormía.
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